DESPUES DE 3 VICTORIAS CONSECUTIVAS JAVIER PALOMARES Y JAVIER MARTIN OBTUVIERON UNA MERECIDA 2ª POSICION
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Para contar la historia de esta competición podemos remontarnos seis años atrás, cuando Miguel Cebrián y compañía decidían organizar un encuentro de escaladores y compartir el sol y la roca de Calpe y bajo el constante vuelo de gaviotas disfrutar de doce horas de ascensos clásicos, o podemos remontarnos hasta hace tres décadas, cuando Rubayo comenzaba las que son hoy más de 250 escaladas en el Peñón, o cuando Desnivel publicaba su primera guía que venía de la mano de Juan Antonio Andrés o al 76, por ser más concretos, cuando Miguel Díez dejaba una cuenta pendiente, acompañado de Antonio Ramos Villar, en la Gómez-Cano.
Sea como fuere, a día de hoy y tras seis ediciones, las 12 horas del Peñón gozan de una salud excelente, de un nivel que aumenta exponencialmente y de un paisaje de orgullo. Gatos viejos y jóvenes roqueros se reunieron este 12 de mayo en la costa alicantina para embolsarse el máximo número de vías posible. Aunque no es sólo eso, y es que el músculo no lo es todo en esta reunión cacharrera y acerada. Para tener una oportunidad debes dar buena cuenta de tu capacidad como estratega, eligiendo las vías y los rivales cuidadosamente, contando puntos y tiempo y teniendo el ojo un poco más allá de tu línea por ver lo que hacen los de al lado.
La cosa es sencilla: resistencia pura, vías puntuadas según dificultad y medio día para darse el atracón. Luz verde para los machacas, divididos en veintiséis cordadas, y a empezar con buen pie.
Un día duro
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Aunque no todos iban por ganar. Gente con mucha piedra en la piel como Ángel Sánchez Toti, Ángel Santamaría, José Luis Rubayo, el canario Ramos Villar o el fibroso Miguel Díez pululaban por duras y disfrutonas rutas, tocando la aventura y recortándose frente al mar en lo que es más un certamen de diversión sudorosa («¡Uf! que calor» se escuchó mucho por aquellos pies de vía) y una excusa para empaparse con la caliza y el salitre que visten la singular silueta del Peñón de Ifach, hermoso promontorio que contempla el Mediterráneo.
Y luego las cordadas femeninas. En esta disciplina vital se suelen echar en falta féminas aventuradas y esta vez no fue así. Marisa Puchades y Esther Vives (17ª posición), Rosa Real y Esther Fresneda (13ª plaza), la dupla mixta de David Moncho y Sonia Morán (matrimonio con dos criaturas) o la de Ernesto Maruhenda y Lucía Ribes (11º lugar) sacaron los colores a las cordadas masculinas y pusieron su granito de arena para que no se olvide que aquí hay un lugar para las recias.
Y antes de concluir hay que mencionar el papel de Daniel Du Lac y Philipe Batoux (terceros, siendo la primera vez que se acercaban por allí), el de Adrian Ripoll y Ximo Pineda (record de vías escaladas con seis y 1.680 metros en menos de nueve horas de negociación) y el de los Bomberos de Alicante y los miembros de la Guardia Civil, que estuvieron aguardando y dispuestos durante todo el caluroso día y organizaron aquel percal con suma eficiencia. Vamos, mucho sol, mucho mar templado, mucho hilar fino para todos, 79 vías ascendidas y casi 23.000 metros en este peculiar rally roquero, antes de reunirnos todos en una buena cena al aire libre, con chispeante entrega de premios, marisco y cerveza.