Por fin llegó el día, después de muchos meses de preparación, muchos madrugones para poder hacer salidas largas…por fin. Sobre las 7.15 del viernes salgo de casa, hemos alquilado una furgoneta para ir los 8 compañeros que decidimos intentar esta locura. Paso por Novelda a recoger a Vicente y ya con el resto de compañeros, Vicky, Carlos, Jessi, Santi, Tatín y Fernando, quedamos en Alcoy. Una vez todos en la furgoneta, empezamos un viaje muy divertido a por nuestro objetivo.
Llegamos a Beasain sobre las 5 de la tarde, queríamos ver la salida de los máquinas que corrían en la Ehunmilak, prueba con 168 km y 11.500 m. de desnivel positivo, que valientes. Algunos de ellos los conocí el año pasado en Cavalls, al ver su salida ya empecé a mentalizarme, la próxima es la nuestra.
A partir de las 18.30 recogida de nuestros dorsales, antes tengo que preparar la mochila con todo el material obligatorio, para pasar el control. En un principio todo está correcto, preparo la bolsa con ropa para el km.50 y a cenar que ya son las 20.30 y hay que descansar un poco antes de la salida.
Sobre las 22.40 estábamos ya todos en la zona de salida, que nervios, ahora sí que ya no hay marcha atrás, por un lado con el miedo a lo que me iba a encontrar, pero por otro con muchísimas ganas de empezar. En la zona de salida el ambiente era espectacular, la plaza está a tope, la gente del pueblo que estaba esperando la salida para empezar con los aplausos y los ánimos. Antes de empezar nos bailaron el aurresku de honor, que es una danza vasca que se baila a modo de reverencia. Y empieza la cuenta atrás, todos los que allí estábamos gritábamos.. 15, 14, 13 , 12 ,11 ….el corazón cada vez me golpea con más fuerza. …y dan la salida, empiezo a correr como sí de una carrera de 5km. se tratara.. y es que con toda la gente animando y los nervios, era imposible aminorar el ritmo. .
Empezamos a subir por una senda que nos llevará hacia Ordizia. Cuando estamos llegando empezamos a escuchar de nuevo los gritos “ aupa neska”,era la gente del pueblo, impresionaba ver la cantidad de gente que nos animaba, los niños querían que les “chocases” la mano, la verdad es que te hacían sentir alguien importante.., llegamos a Zaldibia (km 7) en 48 min. Con la emoción, paso el control y no paro a beber en el avituallamiento.. igual que mis compañeros.. esto así no puede seguir, tenemos que calmarnos.
El siguiente avituallamiento se encontraba en el km. 18 , vamos subiendo y bajando por senda y por pista. Este tramo de 11 km. tiene un desnivel positivo de 945 m., llegamos al avituallamiento, como un poco de fruta y sin perder tiempo nos dirigimos hacia uno de las subidas importantes de la carrera, la cima del Txindoki en el km. 23, a 1338 m. de altitud.
La noche es espectacular, no hace frio, voy en pantalón y manga corta, la luna es preciosa, casi nos deja ver sin la luz del frontal. Hay vacas y caballos durante el recorrido, la zona de día tiene que ser todavía más espectacular. Empezamos el ascenso, va por una senda hasta que llegamos a una llanura dónde se podía ver el perfil del Txindoki, alucinante el gusano de luz de los frontales del resto de corredores que llevaba delante. La subida a la cima es una subida corta, pero con un desnivel brutal, la última parte está llena de piedras, hay que trepar.En la cima el control del km. 23.
El descenso es por el mismo sitio y después nos dirigimos a la cima del Ganbo. Nos encontramos en el corazón del Parque Natural Aralar. Llegamos a la cima del Ganbo (km. 27) con 1400 m. de altitud y tras el control de paso acometemos una bajada larguísima zona de prados hacia el pantano de Lareo. De momento las sensaciones son buenas, como es costumbre me como mi sándwich de nocilla, esto te devuelve la vida.
Ya estamos cerca del siguiente control (km 36). En este punto ya nos habíamos separado, Tatin iba a por sus 15 horas, Vicky sola intentaba dar caza a la 1ª clasificada. Por detrás Jessi, Vicente, Carlos y yo y un poco más atrás, Fernando y Santi.
Eran las 6 de la mañana y llevábamos ya 7 horas de carrera, nos acercábamos, se supone, al los 15km. más fáciles del recorrido, sin embargo para todos fueron los más duros, en este punto el recorrido estaba marcado km. por km. psicológicamente esto es fatal… era un constante suba y baja. Las subidas, muchas de ellas de 1 km y con un desnivel exagerado, cercano al 50%. Una vez arriba me quité el frontal, en este punto hay un fabuloso bosque de hayas, era un bosque de cuentos, con árboles enormes llenos de musgo… El recorrido muy pesado, pero me mentalicé e intente no pensar, disfrutar de la mañana y al fin el km 44.
Ya tenía la mitad de la carrera. Empieza la cuenta atrás.
Por fin acaba este suplicio y empiezo a escuchar aplausos y voces, llega el km. 50, bien, llevamos algo menos de 10 horas de carrera, no está nada mal, nos quedan sólo 38km y el desnivel positivo casi lo teníamos. Nada más pasar el control nos informan que soy la 3ª chica y mi compañera Jessi la 4ª, eso me da un subidón que empiezo a bailar, tenía pensado cambiarme los calcetines, y comer, pero la emoción no me deja, así que me cambio la camiseta cojo una loncha de jamón y salgo despacio para darle tiempo a Jessi a reponer fuerzas y alcanzarme. Lo mismo hacen Carlos y Vicente que salen algo antes que nosotras.
Súper contentos y animados nos dirigimos a la Sierra de Aizkorri, paso del conocido Maratón de Montaña Zegama-Aizkorri. Siguiendo el trazado de la GR llegamos hasta el refugio de San Adrian, (km 59), donde estaba otro punto de cronometraje y avituallamiento, lleno de agua el camelbag ya que con la emoción del km. 50 no me di cuenta y pasé por alto este importante detalle. La subida al Aizkorri la hacemos por detrás, un recorrido precioso y una ascensión espectacular.
Una vez arriba, recorremos una pequeña parte de la cresta del Aizkorri y empezamos a descender hacia las praderas de Urbía. La bajada muy técnica y un poco más adelante descendemos por las laderas de Aizkorri hasta el collado de Oazurtza (km 69), con una bajada súper machacante. Los cuádriceps y la rodilla empiezan a quejarse, bajamos unos 800 m. de desnivel en apenas 3 km. Justo después de la bajada…. un avituallamiento, pido réflex para la rodilla, ya nos quedan 19 km. Sabemos que estos últimos km. se podían hacer corriendo, por lo que nos hemos reservado fuerzas para ello.
Sin embargo, como siempre, el final se hace eterno.., pensábamos que las subidas ya habían terminado, pero no… Pasamos por la localidad de Mutiloa, km 78 de la carrera, ya nos quedan sólo 10 km.
En poco tiempo vemos Beasain al fondo, pero empiezan las tonterías y los desvíos para completar los km. Nos pasan por la sierra de Españolamendi, y desde aquí empezamos a descender hasta meta. Cuando por fin entramos en Beasaín no dicen que queda apenas 1 km. el más largo de toda la carrera. Ahora sí que está hecha, la gente empieza a gritar y eso te pone los pelos de punta, después de un largo recorrido… el calor de la gente es lo mejor que puedes encontrar.
Así que entramos en 19:04 horas, entrábamos los 4 por meta, cogidos de la mano y casi temblando de la euforia, conseguí el 3º puesto de la absoluta y 4º para mi compañera Jessi.
Gran triunfo de las Alicantinas en la G2h . Compartir pódium las tres, fue algo muy especial, algo impensable el viernes cuando salimos.
La próxima locura, no dudo que me la plantearé de nuevo en el País Vasco.
Grandes personas y grandes organizadores.
Carmen.