ANETO40 CONSEGUIDO
Hace aproximadamente dos años un grupo de amigos, familiares y añadidos nos pusimos a caminar y subir sierras y montañas los fines de semana, el por qué no lo sé, quizás porque en estos tiempos de crisis…las montañas siguen ahí, inamovibles, y las sensaciones que provocan son gratuitas e inigualables.
Durante estos meses subimos casi todo el recorrido de montaña monovero, que lo hay y mucho, y todos los alrededores, Beties, La Zafra, Barranc de Castelló, El Carxe, El Puigcampana, El Coto etc…
A finales del año pasado “el cabecilla” del grupo, Victor, dijo “que si nos vamos a Benasque y subimos el ANETO”? Alguna entusiasta con muchas dosis de optimismo completó la frase con un “pos claro” y a partir de ahí sin falta salimos todos los domingos del año, en verano con horarios especiales de 5 y 6 de la mañana.
Pusimos fecha 21-22-23 de Julio 2012. Llegó el día, y subimos para Benasque, donde llegamos el sábado a la hora de comer. Compartimos comida con otro monovero que ya había subido y bajado. Nos desplazamos hasta Llanos del Hospital, cogimos el autobús que nos dejó en la primera falda de la montaña donde está el refugio La Renclusa que ya sólo tiene acceso caminando. Cargados de mochilas y mucha expectación llegamos al refugio, nos acomodamos y cenamos, “cena de montañeros” claro, porque el estar ahí nos incluía en ese grupo de gente sana que sitúa en otra escala la crisis, la prima de riesgo…y por encima de todo eso la montaña, la soledad y el silencio de la montaña.
A las 5 de la mañana del domingo 22 de julio de 2012 empezamos la subida, nos equivocamos en uno de esos pasos de una montaña a otra y pasamos el “primer paso de Mahoma”?.
Después el imponente glaciar de 3Km. con la inexperiencia de llevar “cranpones” y con el respeto en el cuerpo que te da el sentirte sólo ante tanta inmensidad, subimos hasta la cima, con no mucha gente y con muchísimo frío para el que no íbamos preparados.
Algunos llegaron hasta el glaciar, otros llegamos hasta la cima y otros pasaron el “Paso de Mahoma”, cada uno adapto “El Aneto” a sus posibilidades y capacidades …y cada uno sacó de ello su propia experiencia.
Alguno de este grupo dice que si la vida tiene ocho vidas en El Aneto consumió las ocho, personalmente pienso que la vida hay que consumirla y hay que hacerlo en este tipo de entorno y de emociones, rodeada de gente auténtica que se iguala frente a la grandiosidad del lugar que te recuerda constantemente lo pequeños que somos.
ALBUM DE FOTOS
Besos a Victor, MªJose, Picopina, Mirella, Paco, Reme y Chimo
María Sánchez.