Llegamos los primeros de la gente con la que hemos quedado para pasar unos días navideños esquiando por los Pirineos, así que Ruth y yo (miguel) nos dedicamos a calentar el cuerpo y los esquís en Panticosa y Formigal mientras esperábamos a Makeda y Abel que venian desde Monovar.

 

 

 

Comprobamos que el estado de la nieve es totalmente primaveral, un manto asentado, sin mucho peligro de aludes, dura por la mañana y pesada al darle el sol. Hay que andar un poco con los esquís a la espalda ya que la nieve comienza en cotas altas, pero las condiciones son muy prometedoras.


 

 

Una vez nos reunimos con el equipo Monovero, comenzamos por una travesía corta y sencilla en el puerto del Portalet, ascendiendo a la cumbre del mismo nombre. Muy recomendable para iniciarse o para comenzar la temporada. Como se nos hizo corto y la pala que cae directamente de la cumbre estaba en muy buenas condiciones, subimos otra vez para poder disfrutar de dos buenos descensos.

 

 

Una vez calientes nos decidimos por la ascensión al Garmo Negro, saliendo desde el Balneario de Panticosa salen 1500m. de desnivel pero sin grandes dificultades.


 

 

Desde el Refugio de Piedra, donde se deja el coche, atravesamos las pistas de esquí de fondo y ascendemos por empinado sendero que atraviesa el bosque hasta la Mallata Baja, donde nos calzamos los esquís y ya no nos los quitaremos hasta justo debajo de la cumbre.

 

Hemos tardado unas cinco horas en ascender, muy tranquilamente y haciendo las oportunas paradas y ahora nos queda la gran recompensa. La niebla cubre la zona de la cumbre justo cuando comenzamos el descenso y nos quita mucha visibilidad en la pala que cae de la cumbre hasta el collado que es la mas fuerte de todo el descenso, una vez en el collado la niebla desaparece. Es un descenso caracterizado por amplias palas y sin grandes inclinaciones aunque con algún tramo de tener cuidado como la pala de la cumbre y un estrecho tubo que baja hasta la Mallata Alta, lo que hace que sea variado y divertido. Una vez de vuelta en el bosque nos quitamos los esquís y bajamos tranquilamente hasta el Refugio de Piedra donde hemos aparcado y donde sirven unos bocatas de cine.

 

Una actividad muy completa y satisfactoria para el principio de la temporada y otro tres mil en esquís para la libreta del equipo de randonne del Grup de Muntanya de Monovar.

FOTOS DE LA ACTIVIDAD

DATOS TÉCINOS DEL RECORRIDO