ESQUI DE MONTAÑA Y MAS…

Tras varios meses de espera, parece que va tomando forma el viaje a Pirineos después de tanto tiempo sin hacer montaña ni calzarme los esquís.

Paso a recoger a Javier Palomares en Barna y subimos a Barruera donde quedamos con Miguel Anta, compañeros excepcionales con los que realizare todas las actividades.

 

 

El primer día practicamos en la estación de Boi la técnica de ascenso con esquís de travesía y la vuelta maría para después realizar una bajada fuera pista por Moró. La primera lección que aprendo es que nada tiene que ver con el esquí alpino, pues todo depende del estado de la nieve. La bajada estaba bastante helada lo que hace que tengamos más precaución en los virajes; unos más que otros…..al final después de cruzar el bosque llegamos al furgón y nos desplazamos a la presa de Cavallers para realizar más actividades.

Segundo día, madrugamos y salimos dirección a los Besiberris para realizar una travesía. La subida es muy exigente y tenemos que ir combinando los esquís con los crampones por el estado de la nieve y las fuertes pendientes. Una vez superado el “Pas del Os” comemos algo en el collado y admiramos las impresionantes cumbres nevadas de los Besiberris, para dar paso a una impresionante bajada por un valle con nieve polvo hasta llegar “El Panta de Tor o de Cavallers”, que tras rodearlo nos llevo a la presa de Cavallers después de un pequeño susto con un corrimiento de rocas que nos hizo esprintar con el equipo a cuestas.

Tercer día, salimos dirección a la presa de Cavallers para luego desviarnos camino al Punta Blanca, pero después de varias horas de camino y algún paso comprometido para mí, la cosa no está clara y decido dar la vuelta. Así que volvemos al furgón, de todos modos tampoco vendrá mal una tarde de descanso y una suculenta cena a la que nos han invitado en casa de Cri-Cri.

Cuarto día, hoy vamos a la estación de Boi a esquiar en pista, o mejor dicho a utilizar las pistas y remontes para buscar palas fuera pista. En una de estas palas, las Palas de Llevata, tengo una buena caída, así que el resto de día lo paso esquiando en pista mientras que a las ”maquinas” les faltan palas.

Quinto día, después de haber cenado la noche anterior en casa de Pedrito y haber presenciado como caía una preciada capa de nieve por la noche nos dirigimos de nuevo a la estación de Boi temiéndonos lo mejor. Vaya día de escándalo esquiando en nieve polvo sin pisar, por pistas y fuera de pistas; increíble…

Sexto día y último, recogemos todo y de camino a Barna a dejar a Javi decidimos parar en Viacamp para escalar la cresta Olmo Urquiza, equipada, situada en la pared de Aragón de Montrebei en un entorno increíble. Nos acompaña nuestro amigo de Pucela Dani con el que formamos dos cordadas, Javi y Juande más Miguel y Dani. Las cinco horas entre aproximación y escalada pasan volando porque la cresta tiene un ambiente increíble y se disfruta más cuando te acompañan dos magníficos guías profesionales como son Miguel y Javi. Después de la escalada comemos en el refugio y llegó la hora de la despedida.

Solo me queda agradecer a Javi y Miguel que se hayan preocupado tanto por mi seguridad y felicitarles por su trabajo como guías, y también agradecer la hospitalidad de Pedrito y Cri-Cri por abrirnos las puertas de sus casas.

Crónica de Juande

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