La salida de la marcha se retrasa un poco por el tema de la lluvia, pero la carrera sale puntual.
Antes de la salida se guarda un respetuoso minuto de silencio para recordar a Luis Albert Monzó
A las 10:00h se da la salida, y todos salimos disparados para entrar en calor. A pesar de que todos la conocemos de sobra, la primera subida siempre se nos hace agónica por el ritmo…y que todos damos lo máximo para intentar no coger mucho tapón en el primer sendero.
El «Alt Redo» nos recibe con mucho viento, era lo esperado, pero las ganas e ilusión de correr en casa todo lo pueden.
Hay numeroso público durante el recorrido, sobre todo en cruces y avituallamientos. Casi todo gente conocida que nos anima a continuar y no desfallecer.
Tras el segundo avituallamiento encaramos la subida del Puntal de Quiles, conocida y temida por todos. Poco a poco vamos subiendo y recorriendo metros. En este lugar se suelen unir las sensaciones de sufrimiento y satisfacción a la vez, algo que no deja indiferente a nadie y que suele ser recordado después de la carrera.
Dejamos atrás El Puntal y, tras coger fuerzas en el tercer avituallamiento, nos disponemos a recorrer la tercera parte del recorrido, para muchos la parte más dura, tanto por el propio trazado en si, como por lo que llevamos en las piernas. Lo salvamos cada uno como podemos, llegamos al cuarto y último avituallamiento. Aquí ya tenemos casi todo el recorrido en el bolsillo, solo nos queda bajar, y si tenemos bien las piernas podemos rodar bastante rápido…solo los elegidos lo hacen, los demás nos dejamos caer.