Este año como en anteriores ediciones se celebraba la X prueba «Ultrapirineu». En el Parque Natural Cadí-Moixeró (Pirineos catalanes) en un pueblecito llamado «Bagà» donde daría comienzo y finalizaría la prueba , el fin de semana del 27-29 septiembre.

Una carrera de 110 km y 6800 D+ en la que tienes que enlazar refugio con refugio, que serían los avituallamientos de la prueba. Un total de 9.

La «Ultrapirineu» es una carrera de las más emblemáticas del mundo. Ésta seria mi segunda vez. No me gusta repetir carreras pero en esta ocasión lo he hecho por ser una prueba con «algo especial» que te atrae de nuevo.

Tras una jornada semanal de duro trabajo, doblando incluso turnos, el viernes al terminar sin perder mucho tiempo nos desplazamos a los Pirineos. 7 horas de coche. Tiempo justo para recoger dorsal y poco más. A las 4 de la madrugada en pie, por no estar en el mismo pueblo y tener que desplazarnos 20 km. A las 5 de la mañana se abría el corralito para pasar el control de material. Este año tenia muy buena compañia, mi cuñado «Paco Cases», que se quería probar tras una larga lesión de tibia y peroné. También coincidimos con otros amigos, entre ellos Alberto «El Pinosero».

A las 6 en punto empieza a sonar la canción del «Último Mohicano», pelos de punta y lágrimas en los ojos. Una salida emocionante, más de 1000 frontales encendidos de corredores, miles de personas aplaudiendo y animando por las estrechas calles de Bagá.

Nos enfrentamos a la primera subida, 2000 m D+ y pasamos por el primer refugio «El Rebost» a 1750 m. Son los primeros 8 kms de subida. Seguimos subiendo hasta llegar al segundo avituallamiento, «El Niu» (km14) a 2500 m de altura siendo uno de los puntos más altos de la carrera. Unas vistas que te enamoran y muchísima gente animando haciendo gran pasillo hasta el mismo refugio. Allí tenemos a nuestro equipo (Irantzu, sandra y la Mari) que se pegaron toda la carrera siguiéndonos.

Menudo frio hace. No nos entretenemos mucho. Ahora tenemos una fuerte bajada hasta el refugio «El Serrat» (km 28). Al llegar mi cuñado Paco decide cambiarse las zapatillas tras ir rabiendo desde la salida con mucho dolor en la planta del pie. Entre mí pienso que son muchos kilómetros para que pueda aguantar hasta el final.

Continuamos hacia el pueblo de «Bellver» (km 40). En este punto sigue la multitud de gente animando. Se nota que desde aquí salía y finalizaba la Maratón. Recargamos bien comiendo algo de pasta y dejamos «Bellver» despidiéndonos de nuestro equipo. Empezamos a subir de nuevo hasta el refugio de «Els cortals» (km 50). Las vacas y los caballos salvajes son protagonistas en este camino. Continuamos subiendo hasta el refugio «Prat d’Aguiló»(km 61). Una fuerte subida nos espera con vistas increíbles. Seguimos avanzando y adelantando a muchos corredores. Tenemos que aprovechar en las subidas ya que en las bajadas «el cuñao» no puede correr tras el fuerte dolor que tiene en la planta del pie. Llegamos a «Gosol» (km 74), un pequeño pueblo que se sitúa a los pies del «Pedraforca». Allí nos enteramos que nuestro compañero «El Pino» se ha retirado en el refugio del «Aguiló».

Nos ponemos los frontales. Ya ha caido la noche y nos ponemos en marcha rodeando el gran Pedraforca por una senda entre muchos pinos. Llegamos al refugio de «Estasen» (km 82). Empieza a llover. Otro factor que puede pasar en las carreras de montaña. Frío y además niebla hacen que la carrera se ponga, si todavía cabe, más interesante. Sacamos los chubasqueros de las mochilas y al lío. Otra dura bajada hasta el refugio del «Gresolet» (km 86). Poco a poco vamos viendo como se distancia la carrera. Los frontales están cada vez más separados unos de otros. Llegamos al refugio dels «Vents del Cadí» (km 96). Allí se está muy bien. Hay caldo caliente y sandwich calentitos. ¡¡Qué buenos!!. También música, luces,…todo parece indicar que nos encontramos en un punto en el que muchos corredores tiran la toalla y se quedan por el buen trato y el gran cansancio acumulado. Nosotros lo tenemos claro, ¡¡hay que seguir!!.Nos queda subir al refugio de «Sant Jordi» (km 100). Antes tenemos que hacer la subida dels «Empedrats» atravesando el río con piedras, saltando de una a otra. La verdad que una zona muy entretenida: de noche, lloviendo, con niebla y barro y llevando a cuestas 100km. ¡¡Vamos cuñao!!.


Nos plantamos en San Jordi, último refugio. Los últimos 10 km de bajada se pueden hacer eternos. Hay que sacar fuerzas de donde sea. Ahora manda la cabeza. Nos duele todo el cuerpo. El cuñado no aguanta, su inconsciente le lleva a decir barbaridades. Su dolor en el pie es insoportable tanto que no deja de repetirme que se lo cortaría del dolor tan intenso que tiene. Estos momentos me hacen darme cuenta que para terminar estas carreras es imprescindible tener capacidad de sufrimiento. Sin ella, no vale la pena apuntarse.

Pensamos ya en la meta y en la familia. Hay que sacar fuerzas. ¡¡Vamos cuñao!!. A lo lejos se ve ya un resplandor de luces, el pueblo de Bagá nos espera. Las emociones se multiplican. El cansancio desaparece. Últimos metros por las calles de Bagá. Con ojos lagrimosos llegamos a meta.


Muy contento de haber podido acabar la carrera con mi cuñado. Me siento orgulloso de haber aprendido mucho de la montaña.


Juan Esteve Payà           Posición general: 283          Posición categoría: 142

Paco Cases Quiles         Posición general: 282          Posición categoría: 131


Tiempo: 22 horas 31 minutos

 

Próximo objetivo: UTMB 19                                         –  Juan Esteve Payá –