El pasado 30 de Agosto un componente del Grupo de Montaña de Monóvar, Andrea Hernández Monzó se desplazó a Chamonix (Francia) a diputar la prueba de la UTMB, la OCC.

La carrera daba la salida a las 8:15am de la mañana en un pueblo de Suiza llamado Osieres para finalizar en Chamonix, con un recorrido de 56,5 km y D+ 3500m con un tiempo máximo de 14:30 horas para llegar a meta. Con más de 1500 corredores de diferentes nacionalidades.

 

La salida fue muy emocionante con gente animando, según íbamos saliendo del pueblo había niños por todos los lados dándote ánimos y chocándote la mano. Vamos dejando atrás el pueblo, cogiendo poco a poco la senda del bosque. El paisaje es impresionante, momentos imborrables que tendré siempre en mi mente. El primer punto lo tendríamos en Champex Lac, que se caracteriza por un bonito lago que vamos bordeando y con mucha gente animando.

 

Segundo tramo de carrera, en el cual las piernas no funcionaban y el cuerpo no me respondía así llegué a Trient, pero al ver allí esperando a mi marido e hija y amigos Reme y Juanito, me animo para coger fuerzas en ese avituallamiento y empezar a mejorar el ritmo de carrera, ya que aún me quedaba la mitad. La subida a Vallorcine fue muy dura también, esas subidas alpinas a las que por esta zona del levante no estamos acostumbrados son muy duras pero también muy bonitas.

Sobre el km 40 ya llegaba al último tramo de carrera; sólo me quedaba una subida más: La Flegere. En el perfil de elevación de la carrera parecía poca cosa pero se estaba reservando, jeje. Aprovechando los tramos llanos para alternar entre trote suave y caminar hasta que nos metemos de nuevo en tramo de bosque y vamos ascendiendo. Diría que lo peor de esta última subida fue la rampa final antes de coronar, pero siempre recordare las frases que me dijo un hombre a mitad cuesta “smile is energy, you are the capitán” me hicieron sonreír esas frases y coger energía a pesar del desnivel, solazo y zonas de gravilla que te hacían resbalar un poco. Metro a metro, echando la mirada atrás y ver la hilera de corredores que avanzaba lentamente hasta llegar al último avituallamiento, un poco de agua y hacia abajo. Al principio una pista amplia con muchas piedras y luego de vuelta en el bosque con sus raíces.

La última bajada es muy dura, rampas, pistas,.. y con las piernas que no responden. Fue una gran alegría al ver el asfalto, pero menudos dos puentes que nos montaron de escaleras con el cartel de UTMB, subir subía, pero bajar había que cogerse a la barandilla, las piernas ya no funcionan. Voy llegando a las calles de Chamonix, un momento muy emocionante con mucha gente animando por la calle y aplaudiendo, niños chocándote la mano, hasta encontrar a mi marido y mi hija esperando para poder entrar conmigo a meta, un momento único que siempre recordaré.

 

Ha sido una experiencia única, con una organización extraordinaria, dar la enhorabuena a la organización, voluntarios,… y a toda la gente que ha animado durante toda la carrera del UTMB.

Clasificaciónà tiempo; 8:46 h, 312 de la general, 42 absoluta femenina y 32 sénior femenina, de 50 españolas la número 10.