Aprovechando que estamos juntos de vacaciones, y pasaremos unos días por Asturias, Palomares me propone darle un poco de marcha al cuerpo. El pensamiento es ascender el Picu Urriellu, mas conocido como Naranjo de Bulnes.
Esta actividad está fuera de mi alcance por los escasos conocimientos que tengo en temas de escalada, pero sabiendo que Javi es un excelente escalador y un experimentado Guía de montaña, no puedo dejar escapar esta ocasión, que muy probablemente no se vuelva a repetir.
Este verano se cumplen 100 años desde que Pidal y Cainejo lograron, un 5 de agosto de 1904, hollar esta cima por primera vez. Nuestra intención es seguir sus pasos y, subir al Picu por el mismo lugar que ellos utilizaron. Vía Pidal-Cainejo.
Salimos pronto, a las 6 de la mañana, desde el parking de Sotres. Nuestros vehículos no nos permiten llegar a la zona de Pandébano, así que tendremos que caminar una horita más de ida y otra de vuelta.
Amanece cubierto, nada nuevo. Tenemos la esperanza de que, a medida que vayamos ascendiendo, se vaya despejando el día. Dicho y hecho. Las nubes que nos cubren durante días se quedan abajo y, se abre ante nosotros un paisaje espectacular.
Lo primero que se descubre es el Urriellu… No hay palabras para definir la sensación que produce esta inmensa mole de piedra que parece inexpugnable. Ya vamos todo el rato mirando el Picu e intentando adivinar las líneas de la vía por la que vamos a ascender. Pronto nos plantamos en la base, nos calzamos los gatos y nos metemos en la pared.
El tema está claro, Javi va todo el rato de primero, y Yo voy detrás haciendo lo que puedo.
Los primeros largos son asequibles. Casi todo el rato vamos haciendo travesía, hasta llegar a la zona del Hombro. A partir de aquí la cosa se complica, todo se vuelve más vertical y aéreo. Vamos avanzando, y nos plantamos en la zona de las chimeneas.
Javi sube como si nada y prepara la reunión. Comienzo el largo…me está costando bastante. No veo agarres y me quedo un poco bloqueado. Mi inexperiencia no me deja pensar con claridad, y en lugar de descansar un poco, ya que Javi me tiene asegurado, me quedo enganchado a la pared intentando una y otra vez progresar, consecuencia, reventada de brazos. Poco a poco y con algún “empujoncito” llego a la reunión…tengo manos y brazos bloqueados…no puedo ni cerrar un mosquetón. Pienso que me va a ser imposible seguir ya que el siguiente largo en teoría es el mas complicado, pero después de un descanso, unos traguitos de agua (nada de comida, nos la hemos dejado olvidada…) y unos briconsejos, continuamos la ascensión. Mucho mejor, tirando de piernas y descansando si es necesario. Un par de “empujoncitos” mas y pasamos la zona más complicada para mí. Lo que queda ya es más sencillo, aunque yo voy un poco cruzado, los siguientes largos los hacemos en ensamble y rápidamente alcanzamos la cumbre.
Que decir, espectacular es poco.
“En la cumbre, sobre un cuadrado de piedra desnuda, nos sentimos pobres: casi nada para comer, nada para beber; somos pobres y ricos. Ricos de cosas que no se compran, de cosas que no tienen precio.”
Gaston Rébuffat
Después de un rato disfrutando de los Picos de Europa desde un lugar privilegiado, nos disponemos a bajar. Tras cuatro rápeles de aproximadamente 60m llegamos a una zona por la que se puede caminar, rodeamos el Picu y desandamos lo andado por la mañana para regresar a Sotres. Llegamos a las 21h y después de 15 horas de actividad….estoy muy, muy cansado, pero sé perfectamente que esta sensación es pasajera, mientras que lo vivido será para siempre. Gracies Xavi.
Crónica de Chema.
FOTOS DE LA ACTIVIDAD